por Un pastor Luterano de día y roquero por la noche, se trata del El japonés Kazuhiro Sekino con la esperanza y la fe de convertir a todas las personas que busca refugio en los vicio.
El japonés Kazuhiro Sekino en una sala de Tokio llena de humo deja por unas horas los cánticos religiosos para un concierto desenfrenado que de una vez se convierte en un duelo musical con monjes.
“Somos rock, ¡los pastores son rock!”, grita ante cientos de personas.Su grupo, “Boxi (de “bokushi”, pastor en japonés) rocks”, está integrado por otros tres religiosos,
Kazuhiro Sekinoque se interesó por la religión cuando su hermana cayó enferma.
“En la vida nos vemos confrontados al sufrimiento que hace que nos sintamos pequeñitos en el mundo. Me gusta cantar con ternura sobre este dolor”, expresa el monje. Él fue quien tuvo la idea de contactar con el monje budista Yoshinobu Fujioka para unos sermones musicales fuera de lo común.
Kazuhiro Sekino y Yoshinobu Fujioka abrieron un bar en Tokio donde predican entre cócteles, sin perder de vista a los clientes para ofrecerles otro tipo de vida.
